• CARLOS DELGADO CAMACHO

    Reflexiones

  • SEVERIANO OCEGUEDA

    Debate y propuesta

  • ROBERTO GONZÁLEZ BERNAL

    Trinchera Universitaria

  • ANTONIO SIMANCAS ROBLES

    Un poco de todo

  • JORGE AGUAYO

    Café virtual

  • EZEQUIEL NAVARRETE ARELLANO

    Apostador de cuacos

  • JORGE GONZÁLEZ GONZÁLEZ

    Humanismo en la política

EDITORIAL

Apreciables lectores: Coincidirán conmigo en cuanto a que el advenimiento de UN NUEVO GOBIERNO ESTATAL es sin duda el principal acontecimiento en estos días, y evidente motivo de esperanza para todos los nayaritas que desde hace muchos años anhelamos que nuestra entidad se desarrolle económicamente y con ello, se convierta en TIERRA DE OPORTUNIDADES para evitar que nuestros hijos sigan viéndose obligados a emigrar hacia otros lugares para subsistir y/o labrarse un buen futuro. Así pues, este 19 de septiembre es muy significativo en virtud de que se da inicio a la posibilidad de cumplimiento del pacto que reciente- mente se estableció entre UN POLÍTICO NAYARITA MADURO, SERIO Y DE AMPLIA EXPERIENCIA EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA; y una sociedad que lo hace su gobernante confiando alma adentro en su promesa de que gobernará en congruencia con los postulados de la CUARTA TRANSFORMACIÓN, ROMPERÁ ESQUEMAS ATÁVICOS Y SE ESFORZARÁ POR DESPERTAR AL PODEROSO GIGANTE DORMIDO que por sus riquezas naturales y la valía de sus habitantes es Nayarit. El reto es de grandes dimensiones, y no habrá tiempo para titubeos ni flaquezas durante este próximo sexenio que podría ser EL PARTEAGUAS HISTÓRICO que marcaría el antes y el después que hemos venido esperando. Hay un nuevo liderazgo en nuestra entidad decidido a marcar la diferencia; y una ciudadanía dispuesta a seguirlo con lealtad mientras se mantenga firme rumbo a los propósitos planteados. Para el caso, la eficiencia, la honestidad, los resultados, el compromi- so de servir, y en suma, la lealtad al ambicioso proyecto de “DESPER- TAR A NAYARIT”; deben ser los indicadores fundamentales con que se mida el desempeño de LOS NUEVOS FUNCIONARIOS DE LA ADMINISTRACIÓN “NAVARRISTA”; y única justificación para que permanezcan en el mismo. ¡Demos la bienvenida al nuevo sexenio que inicia! Los saludo cordialmente.

TEXTO DE LOS SECUESTRADOES DE FERNANDEZ DE CEVALLOS

A los medios de comunicación nacionales e internacionales.
Informamos que Diego Fernández de Cevallos Ramos en breve será liberado, pero antes de ello, y apelando a su ética profesional, solicitamos la publicación íntegra del Boletín-Epílogo (integrado por tres partes).
Adjuntamos la primera parte del Boletín.
Atte: Los ex misteriosos desaparecedores.

EPÍLOGO DE UNA DESAPARICIÓN
Primera de tres.
Los clásicos no establecieron ningún principio que prohibiera matar, fueron los más compasivos de todos los hombres, pero veían ante sí enemigos de la humanidad que no era posible vencer mediante el convencimiento. Todo el afán de los clásicos estuvo dirigido a la creación de circunstancias en las que el matar ya no sea provechoso para nadie. Lucharon contra la violencia que abusa y contra la violencia que impide el movimiento. No vacilaron en oponer violencia a la violencia.
Bertolt Brecht
En México vivimos inmersos en un clima de creciente violencia destructiva que las mafias del gobierno permiten y fomentan, porque sólo así pueden ocultar la sistemática represión, tratar de controlar el descontento social e impedir, por el momento, que se generalice la lucha popular. Las formas de la violencia son cada vez más crueles y abominables; el conflicto no sólo ha dejado decenas de miles de personas muertas, sino terror e incertidumbre entre los vivos. La distancia entre el discurso de gobierno y las prácticas corruptas que lo caracterizan son una clara muestra de que los más altos funcionarios y las instituciones del Estado mexicano están coludidos con el crimen contra quien dicen estar luchando.
Esta contradicción inicial desata una cadena ininterrumpida de mentiras difundidas ampliamente por los medios de comunicación con los que están coludidos; esta difusión forma parte de la violencia cultural que promueve, legitima y justifica la violencia directa que el gobierno sostiene, así como de la violencia del hambre, del desempleo, de la migración, de la delincuencia infantil y juvenil, de la trata de blancas. En fin, de esa violencia silenciosa que obliga a gritar ¡Ya Basta!
Vemos día a día la impunidad militar, los levantones policiales para entregar víctimas al narco y la convivencia evidente entre presidente de la república, gobernadores, senadores, diputados, jueces, generales y jefes policiacos con los grandes capos, incluso, es posible afirmar que la alta burocracia y los sectores reaccionarios de la clase política, son quienes forman parte de las mafias más criminales en nuestro país. La "guerra" que el gobierno dice sostener en aras de la paz, no combate la raíz del problema ni a los verdaderos delincuentes, los de cuello blanco, que con base en fobaproas, rescates empresariales, privatizaciones (concesiones de carreteras, contratos secretos del petróleo, de fibra óptica y otros recursos naturales) se enriquecen y adquieren la facultad de poner y quitar gobiernos.
Sin embargo la violencia más sofisticada, la que a diario nos golpea y quizá la que menos reconocemos como violencia, es la que parece no venir de ninguna persona; es la violencia estructural "invisible" presentada siempre como "estragos", "golpes" o "crisis internacionales" que parecen nunca terminar para Nosotros pueblo y que nos son presentadas como "avances". El duopolio televisivo y los gobernantes quieren que creamos en los "avances" y en la "modernidad" mientras hay más despidos, menos oportunidades de encontrar empleos productivos y un salario que cada día vale menos. Esa "modernidad" no es con la que soñamos ni la que queremos heredar a nuestros hijos.
La pobreza, para muchos la miseria, es una constante amenaza de muerte y es mucho más poderosa que todos los grupos de sicarios juntos; la vida es reducida a su condición de supervivencia sin ninguna posibilidad de un desarrollo auténticamente humano. Estas condiciones acercan a millones de personas más a la muerte que a la vida y frente a este peligro (del que Ellos, los grupos privilegiados, se benefician funcionalizando la pobreza al máximo) no se encontrarán soluciones concretas a menos que lo hagamos Nosotros.
Así, la violencia visible-directa, la invisible-estructural (de la que parece no haber ningún responsable) y la cultural, son promovidas y sustentadas por los gobiernos; éstos, no son la representación política de todos los mexicanos, sino quienes velan por los intereses de una restringida porción de la población, que privilegian especialmente a un restringido número de familias que encabezan el control del poder, la clase privilegiada, que se hace carne y hueso en un entramado altamente sofisticado y eficiente de grupos y personajes clave, que con una planeación meticulosa y una larga carrera, se siguen colocando en posiciones estratégicas para continuar beneficiándose a costa de todo un país. El gobierno es mafioso porque protege los intereses de los grandes ricos, de los dueños de todo, de los que saquean nuestros recursos naturales y trafican con todo desde personas hasta armas, drogas e influencias. Es un gobierno que sirve a las mafias aliadas al capital trasnacional, también mafioso.
Desde allí operan por dentro y por fuera de la ley grandes intereses económicos y políticos, en un entramado múltiple de lazos familiares, de compadrazgo, de arreglos de conveniencia, secretos, pactos, complicidades, bendecidos por la cúpula de poder de la Iglesia católica y una certeza que los identifica: pertenecer a un grupo definido al que son leales, conscientes de ser Ellos quienes tienen el poder y la riqueza repartida entre sus manos.
Para Nosotros la violencia (la visible y la aparentemente invisible) se traduce en un constante peligro de muerte, debido por un lado, a la intensificación de los conflictos que el saqueo mafioso genera para obtener mayores ganancias, y por otro de manera cotidiana por las condiciones de pobreza y miseria que reduce la vida a una lucha por la supervivencia y al andar diario por un estrecho pasillo de 60 pesos por familia; se vive al día y no hay posibilidad de progreso.
Vivimos en amenaza de muerte al tener acceso restringido a la alimentación, a la salud, a los servicios, a los derechos y a conocer la justicia. Como así son las cosas, nos toca perder y como nos habíamos resignado, dejamos de sentir la violencia de no poder vivir bien. En ese sentido también Nosotros volvimos "normal" la violencia; violento no es solo lo que muestran los muertos, violento es también lo que ocultamos los vivos.
La sociedad mexicana, como podemos ver, está divida en dos: Ellos y Nosotros, Ellos ricos y Nosotros pobres, cuyos mundos y realidades son totalmente opuestos pero existen y se desarrollan al mismo tiempo; es la historia que Ellos difunden como la evolución de un solo proyecto al que discursivamente pertenecemos "por igual y al mismo nivel" todos los mexicanos. Ellos aplauden los discursos del gobierno en los que se alude al avance y bienestar en México, pues los confirman en su nivel de vida que constantemente mejora (mejor alimentación, vestido, educación, salud, bienes muebles e inmuebles, lujos, vacaciones y descanso, etc.); sólo en su cerrado círculo el progreso es realidad.
Ellos acumulan riqueza por todos los medios, unos por la vía legal-permisible y otros de forma ilegal-criminal; ambos son lo mismo, pues siempre tienen la posibilidad (al ser Ellos quienes legislan) de transformar lo ilegal en ley y viceversa; en realidad no son extrañas las revelaciones de que la mayoría de las veces quienes viven para acumular riqueza no distinguen en sus círculos entre quienes "respetan las leyes" y entre quienes no lo hacen. Lo que pasa es que unos ocupan cargos dentro de las instituciones del Estado y pueden, desde dentro, operar en su favor y ser "muy legales". Los intereses políticos y económicos son dos frentes de una misma estrategia que viene fundida y defendida por la violencia. El gobierno mexicano se sostiene con el uso legal e ilegal de la violencia directa e indirecta, estructural y cultural, que lo construyen como salvaguarda de una suerte de "demonio" engendrada por sí mismo.
Quienes encabezan al Estado sostienen discursivamente que procuran alcanzar "la paz perpetua y el bienestar" en un futuro (que nunca llegará de ese modo), y por tal fin justifican su propio ejercicio de la violencia destructiva. Esta utopía de la paz estatal, construye el argumento de legitimidad de la muerte en el presente. El peligro de muerte que Nosotros vivimos es producto del enfrentamiento de grupos de poder económico que luchan por el poder político. Su manera de actuar dentro del aparato estatal despersonaliza decisiones que repercuten en la vida de personas concretas; la decisión burocrática agranda la distancia entre el funcionario y la gente de a pie, manejando públicamente la ficción de que "hacen política" con base en "el bien común", aunque la comunidad esté excluida, en todos los sentidos, de dicha actividad.
Que "el mundo de la política siempre sinónimo de corrupción e injusticia" es una afirmación común que sintetiza el sentir generalizado y que la estructura estatal y sus funcionarios se encargan día a día de renovar; sin embargo la actividad política debe construirse con otro sentido, considerándola como la capacidad de todos para decidir de manera real y directa sobre los asuntos de la vida en sociedad, así como de fundar y de alterar la legalidad que rige la convivencia humana en pos del bienestar colectivo; la socialidad no debe existir para someter de una vez y para siempre, sino constituirse como la organización a la que se le puede dar forma a través de las decisiones de todos los integrantes. La organización, la instrucción y la disciplina son armas eficaces y hasta ahora son Ellos los que han sabido aprovecharlas. ¿Qué es lo que hace que siendo Ellos tan pocos, puedan someter a tantos Nosotros? Una de las respuestas más certeras es el uso exclusivo que Ellos hacen de "la fuerza del Estado"; sin embargo, que Ellos sean los que poseen el monopolio total y definitivo del uso de la violencia y la ejerzan "solo cuando es justo y necesario" en aras del "bien para todos" es una mentira que nos hemos propuesto derrumbar.
Por paradójico que parezca, la historia de la humanidad demuestra que, para generar las condiciones humanas de existencia, se necesita en ciertos momentos ejercer la violencia como una adecuación social que hace permisible terminar con ciertas formas de vida para generar otras. La violencia destructiva, como la que ejerce el gobierno, sólo concibe destruir sin construir algo superior y distinto que constituya verdaderamente un estado mejor de vida y no sólo para unos pocos. La violencia es constructiva cuando es rebeldía frente a la amenaza de muerte, cuando enfrenta a la muerte personificada por quienes nos someten a la miseria. La violencia, al tener rostro de muerte, nos es presentada como injustificable, sobre todo si atenta contra el poder establecido.
El discurso gubernamental la repudia e invita a preservar el orden, o protestar dentro de los marcos institucionales que no operan de acuerdo al fin para el que fueron creados, como un recurso que le queda para seguir operando bajo la cara de "la legalidad" y "la democracia", presentándose como el resultado histórico de las luchas del pasado. Así, lo violento es presentado como lo anti-estatal; la única política permitida es la actividad esencialmente no-política, acompañada de la resignación. La violencia cultural es la más sofisticada porque guarda al Estado bajo un marco de "aceptabilidad" y muestra a los enemigos de quienes lo comandan, o sea, a los que luchan contra el mal gobierno, como enemigos de toda la sociedad.
Pero ¿este gobierno mafioso es el único viable en nuestro país? Sabemos que no, otro México es posible y lo tenemos que construir Nosotros los de abajo, desde las organizaciones obreras, campesinas, ecologistas, de colonos, de víctimas de la delincuencia y crímenes del ejército y policías. Nos toca a nosotros, al pueblo mexicano organizado de diferentes formas y recurriendo a todos los medios, armados y no armados, ir construyendo con nuestra rebeldía organizada, un nuevo México en el que todos podamos ser y vivir con dignidad.
El ejercicio de la violencia es para Nosotros un recurso ineludible, pero necesita de un proyecto en el que su uso sea solamente un medio necesario; el proyecto no puede reducirse a destruir otro. Nuestro proyecto es recuperar lo que la vileza de los poderosos nos arrebata, y es nuestra condición humana; nuestro proyecto es de rehumanización de todos los que no formamos parte de su selecto círculo, a diferencia de Ellos que sólo buscan su propio beneficio. Pensar y hacer política pasa por evaluar las condiciones de existencia, nuestras relaciones sociales e inter-personales, transformarlas en cada acto y hacerse cargo de la vida pública. El Estado construye toda disidencia como el enemigo exterminable, todo en el mismo cajón de la criminalidad, y con ello impide que se desarrollen formas organizativas que resuelvan nuestras necesidades y satisfagan nuestras expectativas y legítimas demandas. Hay un punto en el que no se puede hacer nada y las reglas del juego, a las que Ellos mismos no se atienen, nos son aplicadas con toda la violencia estatal-destructiva. La existencia de Ellos como minoría poderosa y dominante y sus formas de operar persistirán sólo en la medida en que Nosotros lo hagamos aceptable.
 Segunda de tres
Segunda de tres.....El Jefe Diego es otro nudo por donde atraviesan múltiples historias turbias. Ahora conocemos de cierto los modos de los trabajos y oficios con los que se maneja, las personas con las que trata y algunas de las que han sido sus más logradas empresas. Con nada que ocultar la mafia ha sido enumerada en las cartas elaboradas y dirigidas por el propio Diego a sus “benefactores”, reclamándoles apoyo económico en correspondencia a su lealtad y a sus servicios: Carlos Salinas de Gortari, Carlos Slim, Roberto Hernández, Alfredo Harp, Alberto Bailleres, Claudio X González, Lorenzo Servitje, Lorenzo Zambrano, Emilio Azcárraga Jean, Ricardo Salinas Pliego, Bernardo Quintana, Ignacio Loyola, Manlio Fabio Beltrones, Emilio Gamboa Patrón, Juan Sandoval Íñiguez, Onésimo Cepeda, Norberto Rivera Carrera, Roberto Madrazo, Jorge Hank Ronh, Santiago Creel, Enrique Peña Nieto, Carlos Romero Dechamps, Elba Esther Gordillo, entre otros. Se establecen diversas relaciones entre empresarios, políticos, la Iglesia, el narcotráfico, las redes de crimen organizado, el ejército, los grupos paramilitares, las televisoras, etc. Estas relaciones están regidas por entendidos más allá de la legalidad, por dentro y fuera de toda apariencia de normatividad; son feudos de una maraña de poderes en pugna y con el control del país.

“Diego Fernández de Cevallos acumula una larga pero poco honrosa carrera de impunidad y enriquecimiento. Por ejemplo, como amigo y abogado del millonario Alberto Bailleres (Presidente de Grupo Bal y dueño de El Palacio de Hierro y Seguros GNP), defendió a la empresa MetMex Peñoles contra las madres de más de 11,000 niños envenenados por la contaminación ocasionada por la fundidora en Torreón Coahuila. Ni las movilizaciones ni demandas penales de los afectados tuvieron éxito, pues la poderosa empresa estaba jurídicamente blindada contra las demandas populares gracias a las artes litigantes de su abogado a quien la justicia es lo que menos importa.

“Uno de los principales logros de la historia de México, fue haber logrado la separación de la Iglesia católica y el Estado. Debe añadirse a los libros de texto que esa lucha culminó con una amable reconciliación cuyo mediador fue el mismo Diego Fernández de Cevallos en complicidad con los más altos mandos de la Iglesia y Carlos Salinas de Gortari. Ellos modificaron en 1992 los artículos constitucionales 3, 5, 24, 27 y 130 y en julio del mismo año se promulgó la Ley de Asociaciones Religiosas y de Culto Público, así como el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre el Estado mexicano y la Santa Sede, representando el inicio de una inédita etapa en la historia contemporánea de México, cuyas consecuencias políticas y sociales empiezan a perfilarse. Iglesia como aparato aliado de las elites y parte fundamental de éstas a través de la historia, además de fungir como vínculo con “los pobres”; es más bien un supra Estado, férreamente centralizado, feudal, totalitario y ultraconservador. A través del jefe Diego y Carlos Castillo Peraza del PAN, se selló un nuevo pacto entre la Iglesia y el Estado, dotándolas de permiso para acumular bienes materiales heredables, además de la facultad de intervenir en la educación. Para hacer oficial el reconocimiento, las Iglesias debieron solicitar su registro ante la Secretaría de Gobernación. No resulta sorpresivo que el primer registro, el oficio 001, sea de la Iglesia Apostólica Romana, cuya copia enmarcada con una agradecida dedicatoria (“Para Diego Fernández de Cevallos. Con gratitud y cariño. G. Prigione”) cuelga en el despacho de Diego Fernández de Cevallos. Esta ley sustituía a la de 1926, cuando Calles selló la separación Iglesia-Estado iniciada por Benito Juárez.

“Ahora sabemos que la revelada relación entre los gobiernos mexicanos y el narcotráfico ha sido una constante. Lo que en un inicio fue un jugoso negocio controlado con acuerdos y cuotas pactadas se ha convertido en un mercado en disputa donde el gobierno no ha dejado de favorecer al ala que lo ha nutrido. Desde finales de los ochentas la diferencia entre el narco y el Estado comenzó a desdibujarse y no se sabía quién era quién. Raúl Salinas bajo el consentimiento de su hermano Carlos, Mario Arturo Acosta Chaparro, Francisco Quiroz Hermosillo, Nazar Haro, Juan Sandoval Íñiguez, Rubén Figueroa (padre e hijo), Diódoro Carrasco, Ulises Ruiz, Mario Marín, Jorge Tello Peón, Genaro García Luna, por mencionar a algunos de sus principales actores, han sido contacto y beneficiarios, y no podía faltar Diego Fernández de Cevallos. Su relación con la muerte del Señor de los Cielos (desmentida por García Calderoni) y haber recibido algunos millones de dólares procedentes del narco, parecen asuntos menores en comparación con la estrecha relación del gobierno y el desarrollo y consolidación del narcotráfico en México. México vive el contexto más violento desde la Revolución mexicana, como consecuencia del proyecto Irán-contra, impulsado por el gobierno de los Estados Unidos desde la década de los ochenta, por medio del cual permitió el tráfico de drogas de Latinoamérica a la Unión Americana, pactando con personajes de la talla de Pablo Escobar, Caro Quintero y el propio Señor de los Cielos, a cambio de recursos para combatir los movimientos insurgentes en Centroamérica. El gobierno de Estados Unidos fomentó la actividad del narco, sin importar las implicaciones que esta actividad tenía en los lugares donde se promovía (sobre todo Colombia y México) a cambio de exterminar a la disidencia política; la herencia que nos queda del Irán-contra es el inmenso poder económico y de combate que acumularon los carteles del narcotráfico en nuestros países. México fue cómplice de dicho plan, y ahora todos Nosotros pagamos las consecuencias del crecimiento del narcotráfico a niveles que ni el Estado puede controlar, además de la falsa guerra emprendida, pues es absurdo luchar contra quien uno mismo ha creado.

“A través de esta compleja y poderosa mafia, Diego Fernández de Cevallos fue pieza central para concretar el cambio de México a un Estado mínimo (sin responsabilidades sociales y de economía abierta, privatización y apertura comercial a capitales trasnacionales), además de diversos cambios de legislación que implicaron quiebres históricos para México. Desde la legitimación del fraude realizado contra Cuauhtémoc Cárdenas, la venta de las empresas paraestatales, la privatización de la banca mexicana, la firma del Tratado de Libre Comercio con América del Norte, hasta el reconocimiento jurídico de la Iglesia católica (dando vuelta atrás a más de 100 años de lucha por la separación de la Iglesia y el Estado) y la reforma al artículo 27 de la Constitución (considerado como el máximo triunfo de la Revolución de 1910), aniquilando no una forma de producción económica (los ejidos) sino la base de la identidad de muchas culturas; conocemos a los responsables directos de la actual realidad mexicana.

“Estas personas, fieles a una lógica que niega de facto el derecho a la vida digna de la mayor parte de la población mexicana, han prostituido los bienes y recursos de la nación, se han servido de ella, la han disfrazado, mutilado y traicionaron su historia… a cambio, se hincharon de poder político y económico. Es alta traición llevar adelante todas estas operaciones e igualmente grave legalizar su operación garantizando su impunidad al armarse una propia justicia; ni siquiera en su lógica son inocentes. Han tenido la osadía de abanderar y operar un proyecto anti-patriótico que renuncia a honrar la memoria histórica y que confina a la gente a la miseria como forma general de la existencia.

“El país se desmorona ante sus ojos atónitos que no dan crédito a lo que ven; se deshace por causa suya sin que discursos y fanfarrias mediáticas puedan convencernos de que vamos con rumbo cierto a la solución de los múltiples problemas que históricamente persisten en el país; la nación se desangra a borbollones y no desean admitir que ellos y solamente Ellos, han saciado su hambre de riqueza desmedida y poder político inconmensurable a costa de una patria exangüe y anémica.

“Más de 30,000 muertos sin contar a aquellos que deambulan en el anonimato; más de 200, 000 encarcelados por haber encontrado como opción de vida la delincuencia; casi 8 millones de jóvenes desocupados que bien podrían alimentar los grupos delincuenciales, de esquiroles o la drogodependencia. La pérdida progresiva de visión de futuro y de perspectiva para los jóvenes que miran como opción de vida el enriquecimiento rápido a través de su inserción dentro del mágico mundo de la “cultura de las televisoras” o dentro de las huestes del narcotráfico. La extinción de fuerzas de trabajo para defender los intereses de Ellos, a través de la privatización de empresas y recursos del país; la pauperización de condiciones de trabajo y de salarios para mantener fuentes de empleo. La militarización del país, la criminalización de la disidencia política, la paramilitarización de las policías, la extinción de los derechos humanos bajo argucias legales y extralegales, entre éstas la impunidad de los militares bajo el concepto de “fuero militar”, el incumplimiento de las garantías individuales “plasmadas en la Constitución” para dar paso a la inconstitucional figura del “arraigo”.

“Este es un fragmento del México que han dejado como saldo para nosotros una larga dictadura, la seudo-transición y las complicidades partidistas. Si recortamos nuestra descripción a los últimos 25 años… ¡qué curioso! encontramos a los mismos delincuentes que habíamos denunciado antes y entre ellos a Diego Fernández de Cevallos.

“Estos delincuentes de cuello blanco han saqueado a la Patria, han organizado sus grupos y acciones para poder gozar del poder y enriquecerse de manera prepotente bajo el manto de su protección. Han aprovechado sus estancias en los órganos estatales y se han servido de ello para obtener ilegal e ilegítimamente beneficios económicos, políticos e ideológicos para ser Ellos y solamente Ellos los únicos y eternos beneficiarios.

“Aseguran el nombramiento de Secretarios de Estado, de Seguridad Pública, Procuradores Generales de la República, Gobernadores y Presidentes municipales de algunas entidades, Senadores, Diputados, Asambleístas y diversos cargos de “elección popular” para posicionarse política y económicamente. Negocian y pactan reconocimientos y prebendas para asegurar su lugar en el poder político y económico. Defienden fraudes políticos, económicos y jurídicos y los apoyan económica, ideológica y políticamente; sin menospreciar las jurídicas y judiciales. Hasta parece un retrato hablado. La impunidad les cubre a lo largo de su vida como aureola de santidad. Niegan para sí mismos que el pueblo, las organizaciones de que disponen y sus redes de acción no los alcanzarán con su brazo de justicia y legitimidad; sin embargo esto no es así.

“Ellos se manejan de acuerdo a principios y valores que en la práctica niegan la posibilidad de vida plena para Nosotros. Han gozado de la posibilidad de ejercer la violencia de manera legal e ilegal, visible e invisible no sólo contra las expresiones armadas organizadas sino en escarmientos contra cualquier demostración de hartazgo e insubordinación social. Estos principios y valores son reproducidos todos los días por individuos con poder local (en las colonias, en los municipios, en pueblos y ranchos) que de manera miserable maltratan y menosprecian a la gente aprovechando la constante de la pobreza. La transformación de todo esto pasa por erradicar estas conductas que encuentran en el provecho del ejercicio impune del poder económico, político, religioso, etc. su hábitat para garantizar sus privilegios a costa de los demás.
No se les están imputando responsabilidades abstractas sino crímenes concretos, hay actos solapados y manejos que aun dentro de su propio estado de derecho son injustificables; el crimen es su práctica y el cinismo su estampa. Nosotros, construyendo poder popular, nuevas formas de justicia y sanciones podremos mostrar que nadie, ni siquiera Ellos permanecerán impunes.

“Fraternalmente:

RED POR LA TRANSFORMACIÓN GLOBAL

Tercera de tres
“La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno.
Artículo 39 constitucional
A estas horas
ay, amigos míos, artesanos,
pintores, astrónomos, marineros,
estamos despiertos. Es trabajo
nuestro el de arreglar algunas cosas.

“Diego Fernández de Cevallos parecía intocable hasta aquella noche en que su pasado oscuro lo alcanzó. Y, muy a su pesar, tuvo que responder de algunos de sus actos y verse en el espejo de nuestra mirada… espejo que al hacerlo prisionero reflejó su hechura de corrupto, prepotente y voraz expropiador, demostrando un hecho fundamental: siempre que como pueblo nos atrevamos a luchar contra la injusticia, no habrá felonía que quede impune.
“Diego Fernández de Cevallos Ramos (DFCR) es uno de los políticos que mayor responsabilidad tienen en el sostenido proceso de hecatombe económica, política y social que la elite dominante ha impuesto y desplegado en nuestro país de 1982 a la fecha, por medio de un entramado mafioso que opera dentro y fuera de las instituciones estatales; este proceso depredador vino a profundizar, bajo la criminal bandera neoliberal, las de por sí deterioradas condiciones de vida de los hombres y mujeres que viven en México, generando la mayor contrarreforma y el mayor retroceso histórico en nuestro país en lo que a bienestar social se refiere.
“DFCR es uno de los políticos que más se ha caracterizado por el abuso del poder, el tráfico de influencias y el enriquecimiento a costa del erario y de los bienes de la nación, legislando en pro de los grandes monopolios (financieros, de comunicaciones, alimentos, construcción, transportes, etc.) asesorando a las mafias del poder y litigando a favor de los grandes capos del narcotráfico. Es uno de los principales cómplices y operadores del fraudulento proceso electoral que se ha perpetrado sistemáticamente en nuestro país, desde el ocultamiento del fraude que impuso en 1988 a Carlos Salinas de Gortari en la presidencia mediante la quema de boletas electorales hasta la organización del fraude que en 2006 impuso a Felipe Calderón Hinojosa. Es uno de los principales encubridores de los responsables de la guerra sucia y contrainsurgente desplegada por el régimen priista y ahora por el PAN contra los movimientos sociales, armados o no, convirtiéndose en uno más de los cómplices de la existencia de incontables perseguidos, torturados, asesinados, presos y desaparecidos por motivos políticos. Es un responsable directo de la inserción subordinada de México al bloque de países capitaneados en nuestro continente por el imperialismo estadounidense y, en consecuencia, del desmantelamiento industrial, la ruina del campo, la masiva migración, de la pauperización de la vida en general y el saqueo de nuestros recursos.
“En breve, Diego Fernández de Cevallos Ramos es un operador de la oligarquía neoliberal y de la ultraderecha fundamentalista, un traficante de influencias, un mercenario de los juzgados, un legislador a sueldo, un rentista de la crisis y un defensor de los grandes capos de la droga. Por ello su aprehensión fue una actividad pensada y realizada como un acto de desagravio.
“Tomarlo prisionero, exhibirlo y obligarlo a devolver una milésima de lo robado constituyó además un golpe político a la plutocracia y a sus instituciones; una demostración de la voluntad de lucha y de la capacidad operativa de los “descalzonados”, como él nos denomina; una demostración de que nadie, por poderoso que sea, puede ser intocable; una demostración de que con unidad de acción se puede doblegar la voluntad del enemigo y combatir la impunidad.
“Pocas veces se había percibido el miedo, la confusión y el enojo que una imagen puede generar en la poderosa elite gobernante, como lo hizo la primera foto del jefe Diego cautivo que empezó a circular en internet, y que los medios de comunicación se vieron obligados a difundir. En ella se le pudo observar no con la prepotencia ni el cinismo de los que ha hecho gala el trasnochado encomendero a lo largo de su vida personal y política, sino en la total indefensión, casi parecida a la que vivimos y a la que hemos sido sometidos la mayoría de mexicanos, sólo que con una notable diferencia: A Diego le fue respetada su integridad física sin el desprecio que por la vida humana demuestra el poder con Nosotros.
“Con base en los resultados de este acto, consideramos necesario compartir la convicción de que si quienes somos pueblo logramos organizarnos en una sola voluntad política nacional, en una colosal fuerza social organizada, podremos hacer frente común a la injusticia y a la impunidad, a fin de derrotar a nuestros opresores y acordar la organización de una sociedad verdaderamente humanizada. Y pese a tener innumerables imputaciones en su contra y de que miles de ciudadanos exigen su legítima ejecución, conscientes estamos de que la verdadera solución a la crisis que vive el país no está en liquidarlo, sino en la capacidad del pueblo para organizarse y retomar las riendas de su propio destino, recurriendo a todos los medios a su alcance.
“Como parte del pueblo organizado decidimos realizar una tarea, la responsabilidad es nuestra. Creemos firmemente que reapropiarse del uso constructivo de la violencia es legítimo y hemos actuado en consecuencia.
“Esta tarea es parte de un proyecto más grande e importante: participar en la construcción del poder popular para transformar este país transnacionalizado en una verdadera patria digna, libre y nuestra. ¿O es mucho soñar con que las riquezas de México sean para la mayoría de los mexicanos? ¿Es ambicioso soñar con un país productivo que pueda dar trabajo y remuneración digna a sus hijos? ¿Es un sueño guajiro pensar que somos los 90 millones de pobres quienes debemos tener la posibilidad real de tomar las decisiones importantes en el modelo económico, político y cultural que deseamos? ¿Es mucho pedir un México para todos los mexicanos?
“Fraternalmente:
RED POR LA TRANSFORMACIÓN GLOBAL
¡CONTRA LA INJUSTICIA Y LA IMPUNIDAD, NI PERDON NI OLVIDO!
Invierno de 2010”.

PRIMERAS DECLARACIONES DE DIEGO FERNANDEZ

NEY GONZÁLEZ... ¿NEXOS CON EL CRIMEN ORGANIZADO?

¿Es posible que un fenómeno como el del crímen organizado pueda adquirir la magnitud que ha alcanzado y los niveles de control que tiene en los diferentes estados sin contar con la omisión y/o complicidad de las autoridades?

Nayarit era, hasta hace algunos años un estado tranquilo que veía con asombro las noticias sobre otras entidades de la República y las luchas entre los cárteles del narcotráfico por controlar las “plazas” de esos estados. Hoy los nayaritas hemos pasado del asombro y la extrañeza de ver sólo las noticias al terror y la zozobra de vivir en medio de un fuego cruzado que parece no tener fin.

Es común que se culpe al presidente de la República Felipe Calderón de ésta situación, pero… ¿es correcto? Durante muchas décadas, los gobiernos priístas parecían ignorar por completo el problema que representa el narcotráfico, generando un clima de aparente “tranquilidad social”, que sólo era un disfraz, una postura cómoda en donde los gobiernos federales prefirieron solapar y omitir, hacerse cómplices en lugar de combatir con toda la fuerza del estado al crímen organizado. Si así se hubiera hecho, los cárteles de la droga no tendrían el poder del que ahora gozan.

El hecho de que se recrudezca la lucha contra los distintos capos y cárteles del narco, es una clara señal de que esa complicidad que antes fuera regla de oro, no existe ya, por lo menos en el gobierno que encabeza el presidente Calderón. Sin embargo ¿podemos decir lo mismo del gobierno de Nayarit?
La prestigiada revista proceso en su edición especial No. 24, “El México Narco primera parte” habla de cómo en el año 2003, en Sonora, el cártel de los Beltrán Leyva apoyó al entonces candidato priísta al gobierno de ese estado, Eduardo Bours Castelo. Este, cuando asume la titularidad del ejecutivo estatal ayudó a los hermanos Arturo, Héctor y Mario Beltrán Leyva para que junto con el grupo de “los zetas” y la colaboración de policías locales, desplazaran al cártel de Sinaloa, encabezado por Joaquín Guzmán Loera “El chapo”.
Los síntomas de descomposición parecen ser los mismos. En 2005, era una constante escuchar que “si Ney llega a gobernador, esto se va a llenar de mañosos”. Refiriéndose a Ney González, en ese entonces candidato priísta al gobierno de Nayarit, que accedió al cargo con serios cuestionamientos de ilegitimidad. Dicen que “cuando el río suena, es porque agua lleva”, ¿será?
No sería la primera vez que existen señalamientos de ésta naturaleza contra un gobernador, recientemente  el ex candidato opositor al gobierno de Durango, José Rosas Aispuro, denunció públicamente (proceso No. 1761) que el gobernador en funciones de ese estado, Ismael Hernández Deras “había vendido la plaza a varios grupos delictivos, el cártel de Sinaloa, al cártel del golfo y al grupo de “los zetas… ¿suenan familiares esas acusaciones?. Incluso, hay una acusación similar sobre un gobernador nayarita. En un escrito tomado de la colección “Conversaciones privadas” del periodista Jesús Blancornelas, se narra la forma de operar en la región de Ramón Laija Serrano alias “El colo”, ayudante de el “güero palma”, en medio de la narrativa de un testigo protegido a quien llaman “Julio”, se describe cuál era la relación con el gobernante en turno. Julio dice textualmente: “También sé que cuando era gobernador del estado de Nayarit el señor Rigoberto Ochoa Zaragoza, me di cuenta y supe por palabras de Jorge Navarrete que éste gobernador estaba en total complicidad con ellos, para darle protección en el estado y poder recibir cocaína en lanchas rápidas o barcos camaroneros. Inclusive supe que le regalaron varios carros blindados al gobernador y su familia”, concluye “Julio”.
¿Es tan descabellado pensar que el actual gobierno del estado está ligado al crímen organizado? Cuando el actual mandatario asume la gubernatura el 19 de septiembre de 2005, Nayarit ocupaba el segundo lugar nacional en materia de seguridad pública; las cifras nos muestran en la actualidad como el estado de la república donde se registran mayor número de ejecuciones en proporción al número de habitantes que tenemos. Más de 300 ejecuciones relacionadas con el crímen organizado en lo que va de 2010 y apenas superamos el millón de habitantes según el último censo del INEGI.
La sombra de la sospecha recae sobre el gobierno de Ney González desde el principio de su administración. Al conformar su gabinete de seguridad, designó al Lic. Héctor Béjar Fonseca como procurador del estado, aún a sabiendas de que un gran sector de la sociedad nayarita lo relaciona con los hechos violentos ocurridos en la Universidad Autónoma de Nayarit que terminaron con la vida de tres trabajadores de la UAN. “Béjar encabezaba con metralleta en mano a la policía universitaria”, me relata un testigo de ese suceso. Pero aún más llamó la atención la designación de Julio César Jiménez Arcadia, un tipo violento y de negro pasado a quien el gobernador nombró titular de la Policía Estatal Investigadora. De por sí es sorprendente ésta designación tomando en cuenta que Jiménez Arcadia tenía como antecedentes haber asesinado sin justificación a un niño de 14 años en el Distrito Federal, también era ya un desertor del ejército mexicano y posteriormente, durante el sexenio de Antonio Echevarría fue cesado como policía judicial por sus constantes abusos y quejas en su contra en el sentido de su colusión con el narcotráfico. Alguien con la personalidad de Ney González, calculador como es… ¿pasaría por alto éstos antecedentes de manera casual o algún compromiso había entre Jiménez Arcadia y él?
Al poco tiempo de su nombramiento, Jiménez Arcadia nuevamente dio de qué hablar. Los antiguos señalamientos por corrupción, abuso de poder y colaboración con el crímen organizado volvieron a presentarse. Las acusaciones fueron muchas y de todas direcciones, incluso muchas de ellas provenían de los mismos policías estatales, como la que rescata el periódico REALIDADES del 19 de febrero de 2007, en donde un grupo de 7 policías municipales de Ruíz señalan que la venta de droga en el norte del estado, principalmente en Ruíz, Rosamorada y Tuxpan es posible gracias a la colaboración que prestan a los narcotraficantes los mandos de la Policía Estatal Investigadora, en Ruíz con el comandante Humberto Guerra, que “es el encargado de recolectar quincenalmente el dinero de las tienditas y del centro de distribución de drogas para posteriormente entregárselo a su jefe, el titular de la PEI, Julio César Jiménez. Los policías que estaban en huelga de hambre exigiendo el respeto a sus derechos laborales y el cese de esos mandos policiacos que pretendían obligarlos a ser parte de los jales de sus jefes, -dijeron- no tenemos miedo y hacemos éstos señalamientos porque estamos viendo cómo el narcomenudeo regional, protegido por los comandantes y titular de la PEI envenenan a la juventud y la niñez de nuestro municipio”. A principios de septiembre de 2008, cuando Jiménez Arcadia ya había abandonado la Policía Estatal Investigadora, una auditoria del Consejo Nacional de Seguridad Pública descubrió que “el teniente”, -como también era conocido- contaba con un cuantioso patrimonio de dudosa e inexplicable procedencia, según Sergio B. Dávila en el REALIDADES del 2 de Septiembre de 2008. Sólo cuatro meses más tarde, el miércoles 17 de diciembre de ese año, Julio César Jiménez Arcadia fue asesinado, el mismo día y a la misma hora que el gobernador Ney González rendía su tercer informe de gobierno ¿Coincidencia? ¿Acaso  “alguien” quería mandar una señal al jefe de Jiménez Arcadia, -quien el vox populi decía que era el mensajero de Ney González con los “jefes de la plaza” que financiaron su campaña en 2005- y lo hizo asesinando en esa fecha a una persona clave para el gobernador?
El 18 de febrero de 2009 murió asesinado Luis Enrique Moreno López, a quien el procurador Héctor Béjar Fonseca, en una de sus “casi milagrosas” investigaciones señaló como autor intelectual y material del asesinato de Jiménez Arcadia, junto con Edgar Delgado Sánchez “el príncipe” y Fabián Gutiérrez alias “el güero”, quienes purgan su condena en el CERESO y reconocieron a Moreno López como la persona que los había contratado para matar al ex funcionario. ¿El móvil del asesinato?: PASIONAL.
La muerte del ex funcionario pudo ser un mensaje del crímen organizado para el gobernador, si damos por ciertos los incontables rumores de que Jiménez Arcadia era el “vínculo” entre los distintos capos de la mafia y Ney González, pero, ¿no podría tratarse acaso de una medida preventiva de “alguien” para callar de manera definitiva a quien sabía “muchas cosas”? Haga usted sus propias conjeturas, después de todo, éstas son simples suposiciones.
No existiría la desconfianza que hoy tenemos los ciudadanos si el gobierno estatal tuviera la sensibilidad y el tino político de aclarar con pruebas que los señalamientos hechos en su contra, de posibles vínculos con el narcotráfico y corrupción en las dependencias encargadas de seguridad, son falsos. Por desgracia, cuando no han salido con la historia más inverosímil que puedan crear, simplemente han callado… y recordemos que “el que calla otorga”. Muy lejos de aportar confianza al ciudadano, el gobierno parece empeñarse en censurarlo. A principios de 2009 circuló un correo electrónico con el título “¿Qué está pasando en Nayarit?: Ney González y los zetas (Beltrán Leyva)”. El correo electrónico contenía una narrativa y fotografías que sugerían que los nexos del político con el crímen organizado eran la razón del clima de inseguridad en el estado. Tal malestar causó ese e- mail en el gobernador que al poco tiempo se reformó el código penal para tratar como “terrorista cibernético” al que enviara por Internet material que acusara al gobernador o a sus funcionarios de posible corrupción, todo con el pretexto de “no desestabilizar a Nayarit, que al cabo… ¡Nayarit está en paz y trabajando!
Para venir a acrecentar las dudas sobre la procuraduría, el 12 de mayo pasado, el reconocido periodista Antonio Tello reportó la anomalía descubierta en esa dependencia, ahora bajo la dirección de Oscar Herrera López. En un enfrentamiento que ocurrió en la colonia Morelos, al comparar un juego de placas (REL 68 47) de uno de los vehículos abandonados en el lugar de los hechos, resulta que correspondía a un vehículo asegurado por la Policía Estatal Investigadora en febrero de 2009, cuando Javier Vázquez era titular de esa dependencia. La pregunta obligada ¿sería posible esto sin la complicidad del gobierno?
Por último, en Agosto pasado el gobernador Ney González dio la nota -como es su costumbre- al decir durante una reunión nacional sobre seguridad pública, que “La guerra contra el crímen organizado la habremos de ganar con amor, con pasión” y además, por acusar a los cuerpos policiacos de Nayarit de no ser confiables y llegar siempre 20 minutos tarde. El diario REALIDADES de 14 de agosto publica una nota de Wilfredo Elenes, en donde los policías nayaritas le reviran valientemente al gobernador diciendo que “si llegamos 20 minutos tarde es porque no nos mandamos solos, nosotros obedecemos ordenes superiores” dijeron.

Ésta pesadilla que parece a veces interminable ha arrebatado la vida de gente inocente, mujeres, hombres y niños, jóvenes que nada tenían qué ver con actividades ilícitas y cuyo único error fue tratar de hacer su vida cotidiana en medio un estado gobernado por el crímen organizado. En junio murió Dorian Arciniega Huerta, un jóven estudiante de arquitectura de 20 años, baleado a plena luz del día por una confusión, ¿Ese es el futuro que tenemos qué esperar los jóvenes? ¿Amanecer con tres cuerpos colgados en la periferia de Tepic y terminar el día con la noticia del brutal asesinato de 2 niñas que no superaban los cinco años de edad?... Ese no es el “Nayarit que todos queremos”, ese no es el Nayarit que yo quiero.
Aparecido en facebook el 3 de noviembre 2010. Autor: ULises A. Rodriguez