EDITORIAL
Apreciables lectores:
Coincidirán conmigo en cuanto a que el advenimiento de UN NUEVO
GOBIERNO ESTATAL es sin duda el principal acontecimiento en estos
días, y evidente motivo de esperanza para todos los nayaritas que
desde hace muchos años anhelamos que nuestra entidad se
desarrolle económicamente y con ello, se convierta en TIERRA DE
OPORTUNIDADES para evitar que nuestros hijos sigan viéndose
obligados a emigrar hacia otros lugares para subsistir y/o labrarse un
buen futuro.
Así pues, este 19 de septiembre es muy significativo en virtud de que
se da inicio a la posibilidad de cumplimiento del pacto que reciente-
mente se estableció entre UN POLÍTICO NAYARITA MADURO,
SERIO Y DE AMPLIA EXPERIENCIA EN LA ADMINISTRACIÓN
PÚBLICA; y una sociedad que lo hace su gobernante confiando alma
adentro en su promesa de que gobernará en congruencia con los
postulados de la CUARTA TRANSFORMACIÓN, ROMPERÁ
ESQUEMAS ATÁVICOS Y SE ESFORZARÁ POR DESPERTAR AL
PODEROSO GIGANTE DORMIDO que por sus riquezas naturales y la
valía de sus habitantes es Nayarit. El reto es de grandes dimensiones,
y no habrá tiempo para titubeos ni flaquezas durante este próximo
sexenio que podría ser EL PARTEAGUAS HISTÓRICO que marcaría
el antes y el después que hemos venido esperando. Hay un nuevo
liderazgo en nuestra entidad decidido a marcar la diferencia; y una
ciudadanía dispuesta a seguirlo con lealtad mientras se mantenga
firme rumbo a los propósitos planteados.
Para el caso, la eficiencia, la honestidad, los resultados, el compromi-
so de servir, y en suma, la lealtad al ambicioso proyecto de “DESPER-
TAR A NAYARIT”; deben ser los indicadores fundamentales con que
se mida el desempeño de LOS NUEVOS FUNCIONARIOS DE LA
ADMINISTRACIÓN “NAVARRISTA”; y única justificación para que
permanezcan en el mismo. ¡Demos la bienvenida al nuevo sexenio
que inicia!
Los saludo cordialmente.