• CARLOS DELGADO CAMACHO

    Reflexiones

  • SEVERIANO OCEGUEDA

    Debate y propuesta

  • ROBERTO GONZÁLEZ BERNAL

    Trinchera Universitaria

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  • JORGE GONZÁLEZ GONZÁLEZ

    Humanismo en la política

EDITORIAL

Apreciables lectores: Coincidirán conmigo en cuanto a que el advenimiento de UN NUEVO GOBIERNO ESTATAL es sin duda el principal acontecimiento en estos días, y evidente motivo de esperanza para todos los nayaritas que desde hace muchos años anhelamos que nuestra entidad se desarrolle económicamente y con ello, se convierta en TIERRA DE OPORTUNIDADES para evitar que nuestros hijos sigan viéndose obligados a emigrar hacia otros lugares para subsistir y/o labrarse un buen futuro. Así pues, este 19 de septiembre es muy significativo en virtud de que se da inicio a la posibilidad de cumplimiento del pacto que reciente- mente se estableció entre UN POLÍTICO NAYARITA MADURO, SERIO Y DE AMPLIA EXPERIENCIA EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA; y una sociedad que lo hace su gobernante confiando alma adentro en su promesa de que gobernará en congruencia con los postulados de la CUARTA TRANSFORMACIÓN, ROMPERÁ ESQUEMAS ATÁVICOS Y SE ESFORZARÁ POR DESPERTAR AL PODEROSO GIGANTE DORMIDO que por sus riquezas naturales y la valía de sus habitantes es Nayarit. El reto es de grandes dimensiones, y no habrá tiempo para titubeos ni flaquezas durante este próximo sexenio que podría ser EL PARTEAGUAS HISTÓRICO que marcaría el antes y el después que hemos venido esperando. Hay un nuevo liderazgo en nuestra entidad decidido a marcar la diferencia; y una ciudadanía dispuesta a seguirlo con lealtad mientras se mantenga firme rumbo a los propósitos planteados. Para el caso, la eficiencia, la honestidad, los resultados, el compromi- so de servir, y en suma, la lealtad al ambicioso proyecto de “DESPER- TAR A NAYARIT”; deben ser los indicadores fundamentales con que se mida el desempeño de LOS NUEVOS FUNCIONARIOS DE LA ADMINISTRACIÓN “NAVARRISTA”; y única justificación para que permanezcan en el mismo. ¡Demos la bienvenida al nuevo sexenio que inicia! Los saludo cordialmente.

LA IMAGINACIÓN AL PODER


CARLOS FUENTES VIVE
-PROHIBIDO PROHIBIR
-AMO A MEXICO Y A LA UNAM
Por David Colmenares Páramo*
Hace algunas semanas, revisando revistas y libros guardados, reencontré algunos publicados a fines de los sesentas. Mismos que representaron mi primer conocimiento del boom de la literatura latinoamericana. Por ello siendo un chavo de  16 años me inscribí a un taller de redacción en la UNAM, que impartía en Rectoría Alberto Dallal, taller que nutría de materiales a la revista Punto de Partida. La motivación me la dio la lectura de un ensayo publicado en la Revista de la UNAM escrito por Mario Vargas Llosa sobre el “boom  latinoamericano”, un grupo de jóvenes escritores que aparecen los sesenta: García Márquez, Julio Cortazar, José Donoso, el propio Vargas Llosa y por supuesto Carlos Fuentes. Recuperé un ejemplar de la primera edición de “Rayuela” (1963) de Julio Cortazar y otro de “París, la Revolución de Mayo” de Carlos Fuentes una estupenda edición, con fotos del Movimiento Estudiantil de Francia de 1968. Como curiosidad un ejemplar de una historieta, “Fantómas contra los Vampiros Multinacionales” del gran Julio Cortazar, editada por el Excelsior de Don Julio Scherer.
Recuerdo algunos lemas de los jóvenes franceses en bardas o carteles: “la Imaginación al Poder”, “seamos realistas, exijamos lo imposible”, “prohibido, prohibir” y muchas más, así como la fotografía de una joven francesa ondeando una bandera en una manifestación. Por esos años, siendo estudiante en la Preparatoria de San Ildefonso,  asistí a una Conferencia de Octavio Paz y Carlos Fuentes en el Colegio Nacional que estaba a un costado de la SEP, donde este último hablaba del tránsito del México de Quetzacoatl al de  Pepsicoatl, texto que se publicaría después en “Tiempo Mexicano” en 1971. Por cierto ese día Octavio Paz firmó mi cuaderno con el logo de la UNAM. Fuentes estudió en la UNAM.
Años después, ya siendo economista egresado de la UNAM, leí “La Cabeza de la Hidra”, que empieza con un desayuno “político” en el Sanborns de Madero, también conocido como de Los Azulejos, en pleno Centro Histórico de la Ciudad de México, desayunos que eran “pequeñas masonerías matutinas que son, sobre todo, origen de la información que de otra manera nunca se sabría”.
Este libro se publicó en 1979, año en que nace mi hijo David Horacio, quien hoy está en la Universidad de Columbia, habiendo estudiado antes  en las  universidades de  Barcelona, Lovaina y una temporada en Brown, en Rhode Island, donde Carlos Fuentes era profesor visitante.
A mi generación, la del 68, y a las nuevas generaciones, por supuesto que estos grandes escritores como Fuentes nos han impactado. Nos han enseñado que tenemos una identidad propia. Al respecto en un estupendo número de la Revista de la Universidad de México (2008), dedicado a los ochenta años del escritor, se incluye un texto del Dr. De la Fuente y una breve pero sustantiva presentación del Dr. José Narro, quien respecto de la importancia de su obra en la cultura nacional y en la literatura universal escribió que, “es simplemente extraordinaria. ¿Serían igual las letras y las artes, el cine y el teatro, el ensayo y el relato, o el propio análisis sociopolítico sin las aportaciones de Fuentes?. ¡No, no serían las mismas, habría una profunda orfandad, estética e intelectual, analítica y descriptiva, emotiva y reflexiva”.
Como han dicho muchos de quienes estos días escriben sobre el autor de la “La Región más Transparente”, la “Muerte de Artemio Cruz”, “Diana, la Cazadora Solitaria”, etcétera, la mejor manera de darle las gracias por haber existido, es leyendo o releyendo su obra, conociéndolo. Julio Ortega escribió en El País con certitud que “las novelas de Carlos Fuentes son, en cierta medida, la biografía de la historia colectiva. En ellas México recobra su geografía simbólica”.
Sin embargo no está muerto, estoy cierto que como el mismo escribe en 2004, en un homenaje a Julio Cortazar,“Ahora queremos que el Gran Cronopio compruebe, como lo dijo entonces Gabo, que su muerte era una invención increíble de los periódicos y que el escritor que nos enseñó a ver nuestra civilización, a decirla y a vivirla, está aquí hoy, invisible sólo para los que no tienen fe en los Cronopios”.
*Profesor de Finanzas Estatales en la UNAM. Ha sido Titular de la UCEF (SHCP) y Secretario de Finanzas de Oaxaca. También Presidente del Colegio Nacional de Economistas.
tuiter: @davidcparamo