Doctor en Administración, candidato a doctor en Historia. Es profesor en la división de Humanidades y Ciencias Sociales del Tecn...
30 de julio de 2010
El increíble caso de los reos en Durango que salían por las noches para cometer asesinatos múltiples utilizando armas, uniformes y vehículos de la policía ilustra el tamaño del problema de seguridad que tenemos en México. No me refiero sólo a la magnitud del reto, sino también a sus orígenes remotos y a sus causas inmediatas.
En primer lugar, debe quedar claro que no tenemos instrumentos para enfrentar a la delincuencia organizada. Las policías estatales y municipales no tienen ni entrenamiento ni recursos para hacerlo, pero más grave aún, no tienen interés en ello. En su mayoría, se han rendido al enemigo y trabajan para él. Tenemos evidencia de sobra en Chihuahua, Nuevo León, Coahuila, Durango, Michoacán, Tamaulipas, y súmele.
En segundo lugar, estas policías están acompañadas de organismos de procuración e impartición de justicia igualmente incapaces y también en buena medida trabajando para el enemigo. Pero si policías, procuradurías, reclusorios y jueces son, al menos en parte, incapaces y traidores, el jefe de todos ellos es responsable. Y ese jefe es el gobernador.
No es cierto que el Poder Judicial en los estados sea independiente, como lo es el federal, como tampoco lo son los Congresos. Los gobernadores en México tienen hoy el poder que antiguamente tuvo el Presidente, si bien limitado a su territorio. Puesto que controlan todo, son responsables de todo.
Me parece inconcebible que los gobernadores de estados en los que se asesina a jóvenes en fiestas, en donde la delincuencia organizada cobra derecho de piso a los establecimientos, en donde se secuestra y extorsiona a la luz del día sigan tan orondos en sus puestos, pidiendo apoyos al gobierno federal pero criticando a trasmano la “estrategia”.
El origen de la crisis de seguridad está en el régimen corrupto y corruptor en el que vivimos durante el siglo XX, no tenga usted duda alguna de ello. Es cierto que su magnitud depende del gran mercado de droga de EU, pero su existencia y su íntima relación con el poder político no viene de allá, viene de nuestro pasado, de ese régimen autoritario que tantos siguen añorando, y que goza de cabal salud en las entidades federativas, en donde lo único que ha cambiado es el centro del poder, que hoy es el gobernador.
No habrá solución a la crisis de seguridad mientras los gobernadores no se involucren en ella. Sin duda, esto sólo podrá alcanzarse de forma clara cuando losgobernadores dejen de ser los virreyes o señores feudales, pero eso no va a ocurrir de un día para otro. Mientras tanto, es necesario que se construya presión social suficiente para obligar a estos personajes a asumir su responsabilidad. Esa presión no existe porque a nivel local no hay valor suficiente para enfrentar al gobernador. Ni los empresarios, ni los medios de comunicación, ni grupo alguno de la sociedad se anima a decirle con toda claridad al gobernador que es un inepto o un corrupto. Y se entiende que así sea, pero es precisamente esta actitud la que los deja inermes frente a la delincuencia. Por no atreverse a enfrentar al gobernador, están en manos del crimen.
La obligación primordial del Estado es garantizar la seguridad a sus habitantes, y los gobernadores no lo están haciendo. Son ellos, y nadie más, los responsables de la crisis de seguridad. Se han escudado en las acciones del gobierno federal por ya varios años, pero no creo que debamos seguirlo aceptando. La excusa de que el narcotráfico es un delito federal es inaceptable cuando lo que verdaderamente daña a la sociedad es el secuestro, la extorsión, los asesinatos, que son delitos del fuero común.
Hay que obligar a los gobernadores a enfrentar y resolver el problema. Primero, reconociendo que son ellos, y nadie más, los responsables de hacerlo. Segundo, tomando medidas concretas para lograrlo. Pueden empezar cumpliendo los compromisos que ya han hecho (policía estatal única, control de reclusorios, etc.).
Es decir, si los mexicanos quieren un país seguro y en calma, tienen que luchar por él. No enfrentando al crimen cada uno por su lado, sino enfrentando al poder político, o más bien, haciéndose del poder político: transformando el país en la democracia que hoy apenas existe a nivel federal, y por ello existe de forma tan defectuosa.
Es momento de tener valor para derrotar a la delincuencia. Enfrentemos a los gobernadores, y obliguémoslos a hacer su trabajo.
www.macario.com.mx Twitter: @mschetti
Profesor del ITESM - CCM
EDITORIAL
Crimen y gobernadores
Crimen y gobernadores
Doctor en Administración, candidato a doctor en Historia. Es profesor en la división de Humanidades y Ciencias Sociales del Tecn...
30 de julio de 2010
El increíble caso de los reos en Durango que salían por las noches para cometer asesinatos múltiples utilizando armas, uniformes y vehículos de la policía ilustra el tamaño del problema de seguridad que tenemos en México. No me refiero sólo a la magnitud del reto, sino también a sus orígenes remotos y a sus causas inmediatas.
En primer lugar, debe quedar claro que no tenemos instrumentos para enfrentar a la delincuencia organizada. Las policías estatales y municipales no tienen ni entrenamiento ni recursos para hacerlo, pero más grave aún, no tienen interés en ello. En su mayoría, se han rendido al enemigo y trabajan para él. Tenemos evidencia de sobra en Chihuahua, Nuevo León, Coahuila, Durango, Michoacán, Tamaulipas, y súmele.
En segundo lugar, estas policías están acompañadas de organismos de procuración e impartición de justicia igualmente incapaces y también en buena medida trabajando para el enemigo. Pero si policías, procuradurías, reclusorios y jueces son, al menos en parte, incapaces y traidores, el jefe de todos ellos es responsable. Y ese jefe es el gobernador.
No es cierto que el Poder Judicial en los estados sea independiente, como lo es el federal, como tampoco lo son los Congresos. Los gobernadores en México tienen hoy el poder que antiguamente tuvo el Presidente, si bien limitado a su territorio. Puesto que controlan todo, son responsables de todo.
Me parece inconcebible que los gobernadores de estados en los que se asesina a jóvenes en fiestas, en donde la delincuencia organizada cobra derecho de piso a los establecimientos, en donde se secuestra y extorsiona a la luz del día sigan tan orondos en sus puestos, pidiendo apoyos al gobierno federal pero criticando a trasmano la “estrategia”.
El origen de la crisis de seguridad está en el régimen corrupto y corruptor en el que vivimos durante el siglo XX, no tenga usted duda alguna de ello. Es cierto que su magnitud depende del gran mercado de droga de EU, pero su existencia y su íntima relación con el poder político no viene de allá, viene de nuestro pasado, de ese régimen autoritario que tantos siguen añorando, y que goza de cabal salud en las entidades federativas, en donde lo único que ha cambiado es el centro del poder, que hoy es el gobernador.
No habrá solución a la crisis de seguridad mientras los gobernadores no se involucren en ella. Sin duda, esto sólo podrá alcanzarse de forma clara cuando losgobernadores dejen de ser los virreyes o señores feudales, pero eso no va a ocurrir de un día para otro. Mientras tanto, es necesario que se construya presión social suficiente para obligar a estos personajes a asumir su responsabilidad. Esa presión no existe porque a nivel local no hay valor suficiente para enfrentar al gobernador. Ni los empresarios, ni los medios de comunicación, ni grupo alguno de la sociedad se anima a decirle con toda claridad al gobernador que es un inepto o un corrupto. Y se entiende que así sea, pero es precisamente esta actitud la que los deja inermes frente a la delincuencia. Por no atreverse a enfrentar al gobernador, están en manos del crimen.
La obligación primordial del Estado es garantizar la seguridad a sus habitantes, y los gobernadores no lo están haciendo. Son ellos, y nadie más, los responsables de la crisis de seguridad. Se han escudado en las acciones del gobierno federal por ya varios años, pero no creo que debamos seguirlo aceptando. La excusa de que el narcotráfico es un delito federal es inaceptable cuando lo que verdaderamente daña a la sociedad es el secuestro, la extorsión, los asesinatos, que son delitos del fuero común.
Hay que obligar a los gobernadores a enfrentar y resolver el problema. Primero, reconociendo que son ellos, y nadie más, los responsables de hacerlo. Segundo, tomando medidas concretas para lograrlo. Pueden empezar cumpliendo los compromisos que ya han hecho (policía estatal única, control de reclusorios, etc.).
Es decir, si los mexicanos quieren un país seguro y en calma, tienen que luchar por él. No enfrentando al crimen cada uno por su lado, sino enfrentando al poder político, o más bien, haciéndose del poder político: transformando el país en la democracia que hoy apenas existe a nivel federal, y por ello existe de forma tan defectuosa.
Es momento de tener valor para derrotar a la delincuencia. Enfrentemos a los gobernadores, y obliguémoslos a hacer su trabajo.
www.macario.com.mx Twitter: @mschetti
Profesor del ITESM - CCM
Crimen y gobernadores
Doctor en Administración, candidato a doctor en Historia. Es profesor en la división de Humanidades y Ciencias Sociales del Tecn...
30 de julio de 2010
El increíble caso de los reos en Durango que salían por las noches para cometer asesinatos múltiples utilizando armas, uniformes y vehículos de la policía ilustra el tamaño del problema de seguridad que tenemos en México. No me refiero sólo a la magnitud del reto, sino también a sus orígenes remotos y a sus causas inmediatas.
En primer lugar, debe quedar claro que no tenemos instrumentos para enfrentar a la delincuencia organizada. Las policías estatales y municipales no tienen ni entrenamiento ni recursos para hacerlo, pero más grave aún, no tienen interés en ello. En su mayoría, se han rendido al enemigo y trabajan para él. Tenemos evidencia de sobra en Chihuahua, Nuevo León, Coahuila, Durango, Michoacán, Tamaulipas, y súmele.
En segundo lugar, estas policías están acompañadas de organismos de procuración e impartición de justicia igualmente incapaces y también en buena medida trabajando para el enemigo. Pero si policías, procuradurías, reclusorios y jueces son, al menos en parte, incapaces y traidores, el jefe de todos ellos es responsable. Y ese jefe es el gobernador.
No es cierto que el Poder Judicial en los estados sea independiente, como lo es el federal, como tampoco lo son los Congresos. Los gobernadores en México tienen hoy el poder que antiguamente tuvo el Presidente, si bien limitado a su territorio. Puesto que controlan todo, son responsables de todo.
Me parece inconcebible que los gobernadores de estados en los que se asesina a jóvenes en fiestas, en donde la delincuencia organizada cobra derecho de piso a los establecimientos, en donde se secuestra y extorsiona a la luz del día sigan tan orondos en sus puestos, pidiendo apoyos al gobierno federal pero criticando a trasmano la “estrategia”.
El origen de la crisis de seguridad está en el régimen corrupto y corruptor en el que vivimos durante el siglo XX, no tenga usted duda alguna de ello. Es cierto que su magnitud depende del gran mercado de droga de EU, pero su existencia y su íntima relación con el poder político no viene de allá, viene de nuestro pasado, de ese régimen autoritario que tantos siguen añorando, y que goza de cabal salud en las entidades federativas, en donde lo único que ha cambiado es el centro del poder, que hoy es el gobernador.
No habrá solución a la crisis de seguridad mientras los gobernadores no se involucren en ella. Sin duda, esto sólo podrá alcanzarse de forma clara cuando losgobernadores dejen de ser los virreyes o señores feudales, pero eso no va a ocurrir de un día para otro. Mientras tanto, es necesario que se construya presión social suficiente para obligar a estos personajes a asumir su responsabilidad. Esa presión no existe porque a nivel local no hay valor suficiente para enfrentar al gobernador. Ni los empresarios, ni los medios de comunicación, ni grupo alguno de la sociedad se anima a decirle con toda claridad al gobernador que es un inepto o un corrupto. Y se entiende que así sea, pero es precisamente esta actitud la que los deja inermes frente a la delincuencia. Por no atreverse a enfrentar al gobernador, están en manos del crimen.
La obligación primordial del Estado es garantizar la seguridad a sus habitantes, y los gobernadores no lo están haciendo. Son ellos, y nadie más, los responsables de la crisis de seguridad. Se han escudado en las acciones del gobierno federal por ya varios años, pero no creo que debamos seguirlo aceptando. La excusa de que el narcotráfico es un delito federal es inaceptable cuando lo que verdaderamente daña a la sociedad es el secuestro, la extorsión, los asesinatos, que son delitos del fuero común.
Hay que obligar a los gobernadores a enfrentar y resolver el problema. Primero, reconociendo que son ellos, y nadie más, los responsables de hacerlo. Segundo, tomando medidas concretas para lograrlo. Pueden empezar cumpliendo los compromisos que ya han hecho (policía estatal única, control de reclusorios, etc.).
Es decir, si los mexicanos quieren un país seguro y en calma, tienen que luchar por él. No enfrentando al crimen cada uno por su lado, sino enfrentando al poder político, o más bien, haciéndose del poder político: transformando el país en la democracia que hoy apenas existe a nivel federal, y por ello existe de forma tan defectuosa.
Es momento de tener valor para derrotar a la delincuencia. Enfrentemos a los gobernadores, y obliguémoslos a hacer su trabajo.
www.macario.com.mx Twitter: @mschetti
Profesor del ITESM - CCM
UNA EXTRAVAGANZA CON TENDENCIA A ENTORPECER A LAS ENTIDADES CON UNA CÁMARA MÁS”: Felipe Tena Ramírez.
En México no es la excepción a esta extravagancia, como la califica el emerito constitucionalista mexicano Felipe Tena Ramírez. Durante la vigencia de la constitución de 1824 algunos congresos locales se integraron por dos cámaras; en la Constitución de Durango de 1826 se preveía la existencia de un senado compuesto por siete miembros; permanecían en su encargo cuatro años y su renovación era parcial cada dos años. En Oaxaca en su carta de 1825 aludía a un senado integrado por siete miembros que duraban dos años y se renovaban por mitad; lo mismo sucedía en Veracruz. En 1870 en Oaxaca en virtud de una reforma se dispuso lo siguiente: Artículo 27. Se deposita el ejercicio del Poder Legislativo en dos Cámaras, que se llamarán Cámara de Diputados y Cámara de Senadores. En el siglo XX y lo que va del XXI, no se ha detectado un solo caso de sistema bicameral; aparentemente existió el convencimiento de la inutilidad de una segunda cámara, o se previó que pudiera ser obstáculo para el proceso legislativo.
La propuesta de pensar en un senado para Nayarit, sí que es una propuesta histórica que presenta el Gobernador Ney González, es tan histórica que dicha figura (del senado local) data de 186 años de antigüedad, es del siglo DIECINUEVE. Dudo mucho de que sea democrática y mucho menos moderna como lo califica el boletín oficial que la anuncia. Básicamente porque en la actualidad, en primer término deberá reformarse el artículo 115 y 116 de la Constitución General de la República y eso es una tarea del Congreso de la Unión y la mayoría de las legislaturas de los estados y no sólo de los actuales diputados locales de nuestro estado. No es congruente el “pensar” en este tipo de propuestas porque la constitución general dice que el poder legislativo en los estados se integra por una cámara de diputados de mayoría y de representación proporcional, cada determinado número de habitantes. Y en el 115 se prohíbe cualquier instancia entre el municipio y el estado. El pretender tener Senadores por municipio, pues no tiene seriedad, por que no tienen un índice poblacional equitativo, (no hay ningún municipio de 400 mil habitantes en Nayarit) en todo caso ¿Para que queremos presidentes municipales?, lo que costaría una cámara extravagante como ésta, mejor que le den el dinero a los municipios miserables que tenemos. Digo, eso sería congruente. De las demás propuestas, no veo seriedad por ningún lado. ¿Sabe cuanto cuesta un servicio profesional de carrera para 3 o 5 mil empleados? ¿Cómo dotar de autonomía presupuestal al poder judicial, si no tienen para pagarles el sueldo a los nuevos Magistrados? ¿Sabía usted que tenemos más Magistrados en Nayarit que Ministros la Suprema Corte? ¿Qué la evaluación al desempeño ya la ejerce el Congreso a través de su órgano técnico de fiscalización, pero nadie conoce sus resultados? ¿Por qué hasta ahora dotar de autonomía a la procuración de justicia y al secretario de seguridad pública? Luego entonces ¿Por qué los sistemas de control de confianza se pospusieron hasta que terminara este sexenio en la ley del sistema estatal de seguridad pública? Las demás propuestas, en efecto están en el ideario de la clase política desde hace años. Histórico el paquete de reformas sí; moderno y democrático, ¡sólo pensémoslo!
CARTA DE CONDOLEZZA RICE A HUGO CHÁVEZ
Sr. Presidente Chávez:
Miles Marchamos Contra Agresiones a Periodistas
Por Jaime Arizmendi ¡Por tu derecho a saber, y mi derecho a informar!... Este sábado, los comunicadores de la capital del país tomamos por primera vez la calle para repudiar las múltiples, y cada vez más reiteradas, agresiones a periodistas que se registran en México. Sin filas ni organizadores a la cabeza, caminamos revueltos del Ángel de la Independencia, por Paseo de la Reforma hacia la Secretaría de Gobernación. |
LAS VENTAJAS DE LA INSEGURIDAD
15.-... volvamos a creer que El Amor todo lo puede. Por los que seguimos en pie de lucha, por los que se nos adelantaron, por los que ya no viven aquí, por nuestros hijos, por las generaciones venideras, por AMOR...........
Los límites del clientelismo
Los límites del clientelismo |
De las 12 elecciones en disputa para gobernador, seis tuvieron alternancia. La misma proporción que en 2009 (el año pasado fueron tres de seis). Otras tres (Hidalgo, Durango y Veracruz) fueron mucho más competidas de lo que se esperaba. La mayor parte de las mediciones preelectorales sobrestimaron al PRI (aunque hubo casos en los que se quedaron cortas, como en Chihuahua, Zacatecas o Tamaulipas). El resultado fue mucho más mixto de lo que se esperaba y con una dominancia priista mucho menor, como ya lo había sugerido el antecedente reciente de Yucatán. Tal vez la lección más importante sea que el 4 de julio del 2010 acudieron a las urnas electores más independientes de lo que se esperaba, y que cada una de las elecciones respondió a sus propios estímulos y patrones de conducta. Se podría hablar de 14 historias distintas o 12 elecciones de gobernador, que, sin embargo, permiten buscar patrones comunes en el elector. Estos sorpresivos resultados cuestionan algunos de los supuestos con los que contábamos para explicar estas elecciones locales. El primero y más importante por su consecuencia es el del clientelismo. Si la tasa de cambio de partido en el gobierno es de 50 por ciento, por lo menos en el agregado y en términos numéricos, significa que se tiene la misma probabilidad de permanecer el partido en el gobierno o de perder la elección. Más que de un indicador de equidad en la contienda, se trata de un signo que da cuenta de la autonomía del electorado mexicano, y tal vez de su sofisticación. La cooptación de voto que se asumía que los gobiernos locales tendrían sobre sus electorados resultó, por lo menos, insuficiente para garantizar el triunfo electoral. Es decir, el clientelismo que tanto se temía resultó poco eficaz. Las variables que resultan relevantes para explicar la elección de encuestas preelectorales y exit polls así lo señalan. Un primer indicador que valida este argumento es que los candidatos que ganaron son los que contaban con mejor imagen dentro del electorado. Si lo revisamos en los estados de alternancia, el argumento se prueba en todos los casos sin importar partidos. En Aguascalientes la imagen de Carlos Lozano era mejor que la de Martín Orozco (aunque fuese por un margen estrecho). En Oaxaca Gabino Cué estaba casi 20 puntos por arriba de Eviel Pérez; en este caso el nivel de conocimiento del candidato de la Coalición por la Transformación de Oaxaca antes de su nominación era de 14 puntos, y llegó casi a 90. |
"Gracias al PRI". DRESSER, Denise.
La lideresa recorre la República buscando palmadas en la espalda mientras pide regresar al poder a un partido responsable de sus peores vicios. La priista denuncia la ineficacia y la inexperiencia de diversos funcionarios panistas incapaces de limpiar el tiradero que su partido dejó tras de sí. Hay mucho de paradójico en su proceder porque existe otra lista de cosas vinculadas con el PRI que valdría la pena recordar.
Hay otras contribuciones por las cuales el electorado debería estar menos agradecido. México arrastra un legado que no debería ser
motivo de aplausos; México carga con una herencia de la cual los priistas se distancian pero de la cual son responsables.
A partir de la década de los ochenta, el negocio de la droga comienza a crecer y lo hace con protección política. Con la complicidad de miembros de la Policía Judicial Federal y de agentes de la Dirección Federal de Seguridad. Con lacolusión de gobernadores como Mario Villanueva Madrid y otros dirigentes priistas de narcomunicipios y estados fronterizos. A lo largo de los años, la estructura política del priismo provee un caparazón al crimen organizado, que avanza no a pesar del gobierno, sino –en buena medida– gracias a él.
Cuando los panistas llegan a la Presidencia se encuentran un Estado rebasado, se enfrentan a autoridades estatales cómplices, se topan
con policías infiltradas, apelan a procuradurías indolentes. Y, sin duda, tanto la administración de Vicente Fox Quesada como la de Felipe Calderón Hinojosa no han encarado el reto de la mejor manera; el primero por omisión y el segundo por falta de previsión. Pero lo innegable es que no son responsables del problema:
lo heredan. Hoy los priistas culpan al gobierno panista de aquello que ellos mismos engendraron.
la central obrera hasta 2016. Líder hasta la muerte, encumbrado después de una votación fast track y por aclamación.
Argumenta que México ha cambiado y que los trabajadores son libres y merecen respeto, cuando lo ocurrido en ese evento es señal de la podredumbre de siempre. La genuflexión de siempre. La alianza de siempre. El pacto de siempre. El liderazgo del PRI ofrece prebendas a cambio de apoyo político. Tan es así que, sin ningún rubor, Gamboa Pascoe sostiene que “hizo cuentas con Paredes” para incrementar, en el próximo proceso electoral, el número de posiciones en el Congreso de integrantes cetemistas. Así, el PRI ratifica su preferencia por las prácticas del pleistoceno.
quien llegue a algún puesto –desde hace décadas– piense que está allí para enriquecerse. Para hacer negocios. Para firmar contratos. Para embolsarse partidas secretas. Para otorgar concesiones y recibir algo a cambio. Sólo así se explica la Colina del Perro construida por José López Portillo. Sólo así se explica la fortuna acumulada en las cuentas suizas de Raúl Salinas de Gortari. Sólo así se entiende el reloj de 70 mil dólares que porta Carlos Romero Deschamps. Sólo así se comprende el guardarropa de Elba Esther Gordillo Morales. Gracias al PRI gran parte de la población considera que la corrupción es una conducta habitual y aceptable que acompaña a la función pública.
en la protección política a sus miembros, al margen de las leyes que violan, los estudiantes que asesinan, los desfalcos que cometen, los robos que encabezan, los desvíos que ordenan. La lista es larga y escandalosa: Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría Álvarez, José López Portillo, Carlos Salinas de Gortari, Raúl Salinas de Gortari, Mario Marín Torres, Arturo Montiel Rojas, Jorge Hank Rhon, Roberto Madrazo Pintado, Emilio Gamboa Patrón, José Murat Casab, Ulises Ruiz Ortiz. Y para protegerse a sí mismos promulgan leyes a modo, saltan de puesto en puesto, intimidan a periodistas, negocian amparos, compran apoyos y corrompen jueces. Entonces no sorprende que en la lista de candidatos del PRI se encuentren varios excolaboradores de Arturo Montiel Rojas – acusado de peculado y enriquecimiento ilícito – encargados de exonerarlo.
como lo hizo en una reunión reciente. Pero si eso ocurre, tanto él como su predecesor habrán producido ese desenlace al optar por un “pacto de no agresión” desde hace ocho años. Al suponer que bastaría sacar al PRI de Los Pinos sin modificar sustancialmente su modus operandi. El gran error del PAN ha sido tratar de operar políticamente dentro de la estructura que el PRI creó, en vez de romperla. El gran error del PAN ha sido creer que podría jugar mejor el juego diseñado por el PRI, en vez de abocarse a cambiar sus reglas. El gran error ha sido emular a los priistas en vez de rechazar la manera de hacer política que instauraron.
logrado beneficiar eficazmente a los grandes empresarios; no han logrado ocultar eficazmente los negocios que han hecho en su paso por el poder; no han logrado combatir eficazmente la impunidad porque también se volvieron cómplices de ella. Gracias al PRI el país padeció tantos años de mal gobierno. Gracias al PAN es probable que la historia se repita.
Y CONOCIDOS. EL HOMBRE ES EL UNICO ANIMAL QUE TROPIEZA
CON LA MISMA PIEDRA UNA Y OTRA VEZ. OJALÁ QUE ÉSTE NO SEA
EL CASO. DE TI DEPENDE.
-ESTOY DE ACUERDO, EN GENERAL, CON LO EXPRESADO POR DENNISE;
SIN EMBARGO, DEBEMOS RECORDAR QUE EL PAN DE LOS ÚLTIMOS 20 AÑOS